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Recorriendo la playa de Maronti en dirección a Sant'Angelo, a la derecha, se ve la Gruta de Olmitello, abierta como si invitara, donde aproximadamente a 300 m de la desembocadura brota un chorrito de agua preciosa, conocida por sus virtudes sanitarias ya en el siglo XV.
Un chorrito de agua, un solo chorrito de agua, pero de gran riqueza para la salud, la cura y resuelve úlceras, gastritis, duodenitis, afectaciones hepáticas y renales, mientras irrumpe la música del silencio y atrae el aspecto salvaje del lugar.
Se trata de un agua mineral bicarbonato-sulfato-alcalina, que estimula la diuresis, mejora la función hepática, posee notables propiedades antiúricas, es eficaz en la gastritis y en la gastroduodenitis; antiguamente se utilizaba también en las afecciones rinofaringeas.
Todo en torno al manantial es la gracia verde y silenciosa de una naturaleza todavía salvaje.
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